He juntado las dos piezas de caballería que he puesto en otros post, de estética napoleónica y cercanas a esa época....
Napoleón Bonaparte sostenía que el soldado debía aprender a amar su profesión, a sentir orgullo y que por esto, los uniformes debían ser elegantes.
Lo mismo se puede referir al equipo del soldado y a su extensión clásica, la montura, convirtiéndose estas señas en signo de respeto y señal de pertenencia a un orden privilegiado. Como indica Bouthoul, esto es más que evidente, para cualquier visitante de un museo militar, pudiendo desarrollarse la idea del uniforme como exposición política o ideológica.
La época en a que los colores del uniforme se usaban para intimidar al enemigo y mantener el orgullo de cuerpo. Nada que ver con los camuflajes modernos.
Los cuadros del Barón Gros sobre las campañas de Napoleón o las también napoleónicas exaltaciones románticas de Gericault glorifican la guerra ofreciendo una visión heroica, numantina, de la “bella muerte”.
Bonaparte visitando a los apestados de Jaffa, 1804, Antoine-Jean, barón Gros
Este cuadro es impresionante y describe cómo el propio Napoleón cogió en brazos a un sodado apestado para consolarlo, demostrando que era inmune a la peste. Y eso que la campaña de Egipto, desde mi punto de vista, fue un fiasco.
Este otro cuadro, del Barón Gros, es del General Murat, fijaos en la montura, una piel de tigre entera.