Enhorabuena por la colección, Aitor. Eres de los mios, que prefiere las piezas de recuperación aunque estén, como diría yo... "sin brillo". Me encanta la pala que muestra que si ha estado trabajando en un frente. De todas formas, no desprecio procedencias de otro tipo como las réplicas, pero lo auténtico es lo auténtico con todo su valor histórico.
Sobre artefactos incendiarios, me gusta mucho la botella de Domecq que tienes en la estantería. Esa si que era un arma incendiaria, cuando estaba llena de "coñá" (saltaparapetos) y cuando la rellenaban de gasolina para distintos usos bélicos.
Por cierto, reivindico para los milicios y militares españoles el nombre de cóctel Molotov.
Saludos y otra vez enhorabuena